El autocuidado también es parte del trabajo de campo: Presentación de buenas prácticas de la Facultad de Ciencias Sociales

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28/11/2025

El pasado jueves 27 de noviembre se llevó a cabo la presentación del Protocolo de cuidado y autocuidado para un trabajo de campo seguro. Este documento, elaborado por la Facultad de Ciencias Sociales, tiene por objetivo brindar herramientas que permitan prevenir y conocer cómo responder ante emergencias de salud mental o situaciones de violencia basada en género durante el trabajo de campo. 

El evento fue organizado por la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad (OIGD) en colaboración con la Facultad de Ciencias Sociales, con el propósito de compartir esta buena práctica con la comunidad universitaria, especialmente entre los directores y directoras de estudio de cada especialidad. 

En la inauguración, la Dra Fanni Muñoz, Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, señaló que el Protocolo refleja el compromiso de la universidad por erradicar la violencia y destacó su importancia para cuidar el bienestar integral de los y las estudiantes en sus salidas de campo. “En un contexto en el que la violencia se ha naturalizado, el cuidado supone solidaridad y acompañamiento”, precisó.  

Lía Ramírez, docente y especialista a cargo de la elaboración del Protocolo, compartió que el proceso de elaboración del documento se realizó de manera participativa a través de conversaciones con estudiantes y docentes que dieron valiosos aportes para la formulación de la herramienta. De esta manera, se definió que el protocolo debía abordar tres momentos claves: el antes, durante y después de una salida de campo. Señaló además que el documento es un esfuerzo necesario pero perfectible. En ese sentido, es importante repensar su contenido de manera constante para garantizar que responda adecuadamente a las necesidades de la comunidad universitaria.  

Por su parte, Inés Olivera, Directora de Estudios de la Facultad de Ciencias Sociales, detalló que además del riguroso proceso de investigación, la creación del Protocolo implicó un importante trabajo político y de gestión para impulsar su relevancia y que finalmente se convirtiera en un documento de gestión académica, como lo es actualmente. 

En los comentarios, Patricia Escobar, Directora del Instituto de Docencia Universitaria (IDU), señaló la importancia del rol docente en la construcción de una cultura de respeto y prevención del hostigamiento sexual en la vida universitaria. Subrayó además que herramientas como el Protocolo fortalecen este rol al establecer pautas claras de acción. “Cuantos más docentes conozcan acerca de estos documentos y posibilidades, serán más los espacios en los que estas medidas podrán implementarse”, señaló. 

Desde su rol como representante estudiantil, Jakeline Rivera resaltó la importancia de contar con entornos seguros que permitan un aprendizaje pleno durante el trabajo de campo, especialmente en áreas como las ingenierías en donde la participación femenina es aún minoritaria.  

Asimismo, Carmen Mateo, abogada especialista de la OIGD, recordó que el Protocolo fue un hito clave que inspiró la elaboración de las Directrices para la prevención del hostigamiento sexual y la violencia basada en género en el trabajo de campo. Este documento fue desarrollado por la Oficina con el fin de brindar orientaciones y herramientas a todas las facultades. 

Finalmente, Marcela Huaita, jefa de la OIGD - Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad, señaló que desde la Oficina se busca impulsar que cada facultad pueda adaptar estas Directrices a sus propias realidades y al tipo de trabajo de campo que realizan, para que así  las medidas de prevención y atención respondan efectivamente a las necesidades del estudiantado de cada facultad, en la línea de la buena práctica presentada de la Facultad de Ciencias Sociales. En ese sentido, recordó que esta adaptación puede realizarse con el acompañamiento técnico de la OIGD. 

Las experiencias de trabajo de campo son esenciales para enriquecer la formación de las y los estudiantes, pues permiten un diálogo entre sus aprendizajes en el aula y experiencias directas en distintos entornos. Por ello, promover el cuidado, la prevención y la atención oportuna frente a diversas expresiones de violencia basada en el género en estos espacios es indispensable para  garantizar el bienestar integral del estudiantado en su proceso de aprendizaje. 

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Fotos: DCI y OIGD

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