En el marco del Mes del Orgullo, la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad (OIGD), en coordinación con la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) y la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAES), organizó el pasado jueves 26 de junio el conversatorio “Sin mi nombre, no existo: reconociendo la identidad de género para fomentar el bienestar y la salud mental en la universidad”.
El evento fue inaugurado por Sylvana Valdivia, directora de la DAES, quien resaltó el valor del nombre en la formación de la identidad personal desde la infancia, así como su impacto en el bienestar emocional.
El evento contó con las ponencias de Alfonso Silva-Santisteban, director del Centro de Investigación Interdisciplinaria en Sexualidad, Sida y Sociedad de la Universidad Peruana Cayetano Heredia; Yvana Novoa, abogada a cargo del Consultorio Jurídico Unicxs de la PUCP; y Joaki Villanueva, REA e integrante del Comité Directivo del Plan Institucional de Género. Por la OIGD participaron Sophia Gómez en la moderación general y Marcela Huaita quien actuó como moderadora del panel.
Reconocer la identidad de género: clave para la salud mental
Durante su intervención, Alfonso Silva-Santisteban expuso los factores de riesgo que afectan con mayor intensidad a poblaciones en situación de vulnerabilidad, como las personas trans. En base a un estudio desarrollado junto a un equipo de investigadores, señaló que en las poblaciones jóvenes transfemeninas de Lima se identifican patrones recurrentes de desamparo familiar, intentos de suicidio y recurrencia al trabajo sexual.
“Hay que entender la identidad de las personas trans, como sujetos autónomos que tienen la potencialidad de cualquier otra persona, pero que resisten a la negación de su existencia en un contexto de exclusión social”, enfatizó. Así, sostuvo la necesidad fortalecer factores protectores para su salud mental, entre los que destacan el reconocimiento legal e identitario.
Por su parte, Yvana Novoa expuso la labor del Consultorio Unicxs de la Oficina de Responsabilidad Social de la Facultad de Derecho, que desde 2018 ha brindado asesoría y patrocinio legal en procesos de cambio de nombre en el documento nacional de identidad (DNI) para personas trans y no binarias. Hasta la fecha, han patrocinado 16 casos.
Novoa también recomendó a las distintas unidades académicas y administrativas de la universidad a comprometerse activamente con el respeto al nombre social y los pronombres, así como a tomar conciencia sobre el impacto psicológico que tiene el no reconocimiento de la identidad de género en el espacio educativo.
Joaki Villanueva, REA y estudiante de Comunicación para el Desarrollo, reconoció el hito de la Reforma Trans, un movimiento estudiantil que impulsó la aprobación de la Política para el Respeto a la Identidad de Género en la PUCP en 2017. Desde su experiencia como persona no binaria y representante estudiantil, destacó que el reconocimiento del nombre social es clave para el bienestar académico y emocional del estudiantado.
“Muchas veces el no reconocimiento [del nombre social] genera trabas en nuestro desempeño y en nuestro desenvolvimiento como estudiantes. La identidad de género y su reconocimiento es un derecho humano”, afirmó. Asimismo, resaltó el trabajo que vienen realizando junto a las autoridades para la mejora del trámite del nombre social al interior de la PUCP.
El trabajo por una PUCP más inclusiva y diversa
Camila Sánchez, psicóloga y coordinadora del Programa “Te Acompaño" de la DAES, estuvo a cargo de los comentarios finales. Resaltó que si bien la universidad cuenta con guías y materiales informativos sobre el uso del nombre social, aún es necesario seguir fortaleciendo su difusión y aplicación cotidiana en el campus.
Desde la OIGD, Marcela Huaita dio a conocer los esfuerzos para difundir y facilitar la implementación del nombre social a través de la elaboración de las “Pautas orientadoras para el uso del nombre social en la docencia universitaria”, dirigido a docentes, y orientaciones “Sobre el uso del nombre social en los servicios PUCP”, dirigidas a estudiantes y jefaturas de prácticas. Ambas ya se encuentran disponibles en el site de la oficina.
Finalmente, Delilda Arenas, coordinadora del programa de voluntariado de la DARS, ofreció las palabras de cierre reafirmando el compromiso institucional de la PUCP. “En los últimos años, desde nuestra dirección, hemos venido financiando, acompañando y visibilizando diversas iniciativas que ponen al centro la salud mental como un derecho, especialmente cuando hablamos de personas trans”, sostuvo.
Así, este conversatorio contribuyó a profundizar en la importancia del reconocimiento del nombre social para el bienestar y salud mental de las personas trans, un tema vital y prioritario para la comunidad universitaria.
¿Por qué es clave respetar el nombre social?
- Reconoce la identidad de la persona.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Mejora la participación y el bienestar académico.
- Previene la violencia simbólica.
- Refuerza el compromiso institucional con los derechos humanos.